Todos siguen locos
en el club de los humanos,
el telón es puntual,
golpes y caricias
se entremezclan
en una macabra
y divertida
danza
con una certera
pero opaca
fecha de caducidad,
la obra no sufre variaciones,
me tiembla el esqueleto
cuando piensa en la vida
sin el abrazo de la carne,
estoy aquí
plantado
como un árbol
que se pudre
lentamente,
cada golpe en el pecho
es un segundo menos,
la angustia del corazón
desterrado por el tiempo...
debe ser una parodia
de la parodia de vivir,
soy un mal actor,
nunca recuerdo el guión,
me apestan los ojos
ante la supuesta justicia,
no hago nada,
soy otra mierda
que deja que fluya la mierda,
me alegra el gesto
el plato cósmico
brillante y abrumador
que asoma entre las nubes,
me hace sonreír
hasta retorcer lo artificial
y convertirlo
en polvo,
en olvido,
hago que me acompañe,
fiel,
derrotado,
sumiso,
ciego,
en el misterio de no saber
en que carajo
me he convertido...
