Ningún color
cuando la carne expira
y el viento vuela
las cenizas,
ninguna difererencia
cuando el féretro
se cierra,
demasiado odio
sinsentido,
enmudecidos se ahogan
en esta confusa marea,
náufragos a la deriva
de la incomprensión.
En medio de todo esto,
de los insultos
como balas,
de la vejación
más absoluta
del ser,
de la segregación
de una humanidad
enferma,
del frenesí
de los desenfocados,
no me permito
bajar la mirada...
El cielo negro,
la luna blanca,
equilibrado,
hermoso,
amor cósmico
interracial,
me pregunto
si serán tan idiotas
como aquí abajo,
me pregunto
si serán racistas
las estrellas...