Como un mar sosegado
derramándose
en una orilla
de rocas punzantes
como la hierba
sintiendo el beso del rocío
momentos antes
de ser pisoteada
como flores al sol
mutiladas para decorar
la muerte en el cementerio
como la alegre lágrima
que se desliza
por tu preciosa piel
para acabar agónica
sobre el indigno suelo
como estrellas reflejadas
en un espejo
quebrado en la roca
como cometas gozando
lo fugaz del cielo
perdidos los niños
y el cordel
como luciérnagas
contra las frías cuchillas
de una trituradora
se apaga mi luz
con demasiada brusquedad...