En mi alma algo tiembla
el último de mis sueños desea existir.
Tras cada amanecer y despertar no hago más que soñarte.
Si cada latido fuera un te quiero, sobrarían mis palabras y faltarían las tuyas. Si con cada suspiro se me escapara un soplo de vida, suspiraría por tenerte, porque hasta mi vida entregaría por formar parte de la tuya.
Entre dulces caricias mi imaginación juega conmigo, acercándome a tus manos y a la locura, la que he alcanzado por ti. Cuando mis sentidos son aturdidos por mis sentimientos, mi mirada se pierde en tus ojos sin encontrar salida
a mis oídos no llega tu voz angelical
mi olfato no es capaz de seguir tu olor de primavera
mi gusto se vuelve amargo al perder tu dulzura y mi piel de hielo se congela al no sentir el calor de tus brazos.
Si existiera un sexto sentido serías tú. Y es que tú eres el más dulce de mis sueños, el que más anhelo, como un niño anhela volar, como la luna anhela el sol, como un loco la cordura
Eres mi poesía sin palabras, la que desde niño desee escribir, la única que no necesita lector sino intérprete, la que resume mi vida con apenas una mirada, la que sueño cada noche, por la que ruego a la luna hasta que se hace sol, por la que mi corazón late en cada verso.
Eres una razón por la que me alegro de vivir, ella
el último de mis sueños.
buen texto, saludos