Doy mi mano a los que me la tienden, porque en esta vida los matices son importantes y no es lo mismo ser buena persona que idiota, a uno se le respeta, el otro desconoce esa palabra.
Sentimental para lo bueno y para lo malo, dispuesto a amar y conocedor de que sufrir no es una opción. Regalo sonrisas y también lágrimas, pues estas solo se muestran a los realmente queridos.
Punzante en apariencia, dulce en la intimidad, experto en caídas y propenso a levantarme.
Amigo de la suerte y enemigo de su versión rebelde, observador de detalles y narrador de sueños.
Cabeza pensante y corazón coherente, mostrar todo de uno mismo es peligroso y no mostrar nada insostenible.
Relativa timidez, reflejada en una inseguridad que en su fase adulta madura y se hace confianza.
Portador de virtudes, esclavo de defectos. Mis palabras son el principio y el final de mi éxito.
Aficionado a la elegancia, intento perfeccionarla, o quizás encontrarla, pues creo que no hay una mejor forma de moverse por la vida, que con la verdad, pero mejor hacerla poesía.
Uno mismo.
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