Aquello por lo que respiras, y por lo que dejas de hacerlo. Momentos encerrados en suspiros, que encierran latidos sumidos en el laberinto del sentimiento, alborotado, caótico, irracional, efímero, como una tormenta en un cielo estival. Una carrera al azar, un debate con el tiempo, una guerra con la coherencia, un desafío al destino, un guiño a la ilusión, una apuesta arriesgada, como el que salta al vacío, conocedor de una muerte probable y esperanzado con una salvación improbable. Amar es vivir, vivir es sufrir, amar es morir. Todo depende de nada. Sonrisas entremezcladas con lágrimas que empapan el alma y siembran la locura. Cadenas libres de sensatez, que atan un corazón, robado, conquistado o simplemente engañado, no todos los te quiero son te amo, no todos los besos son bajo la luna, no todas las primaveras son verdes, ni todas las rosas visten espinas. Oídos envueltos en susurros celestiales, ojos vendados con un rojo pasión, gusto empapado de un empalagoso algodón dulce, tacto atestado de caricias agradables en el momento, punzante a posteriori. Amar es pasar calor y frío, es arder y morir congelado, momento y recuerdo, amar es sentirse vivo y muerto en vida por momentos, amar es la esencia que un hombre anhela al nacer, las alas que le alejan de lo mundano y le introducen en el Edén de Cupido, amar es ser valiente para hacerlo y cobarde para arrepentirse. Amar es jugar, es ganar, es perder o sentirse perdedor aún ganando, es tirar los dados esperando que salga seis y enfrentarse a un ocho, es mover un peón y ver en jaque al rey en un mismo movimiento. El amor es una locura, un torbellino incontrolable, el idioma ancestral de los latidos, la caída eterna, la lección posterior, la clave que todo mueve y que yo sigo buscando…

AdrieleganceSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos