Necesito una mesa, de lado de la ventana y
así poder encontrarte atrás de libros.
Escuche pasos venir de por allá,
pero nunca escuche tu voz aquí,
porque todo lo que cuesta y cobra
entra y dobla mis palabras tontas,
encontré lo que no quería encontrar,
pero aun así lo busque
como si fuese tinta para mi pluma.
Deje los alimentos
nunca pare de rezar,
pero no trate de cambiarte a ti
sin embargo yo era el perdedor.
Espero por ti.
Encuentro el olvido.
Encuentro todos mis libros.
Estúpidas palabras, nunca dejaran de perseguir el ocaso,
tampoco trabajan los días feriados
Trate de bajar de peso,
trate de cambiar mi cabello,
cambie los zapatos de domingo,
compre un auto nuevo,
use un traje...
Aún así, los números no cambian...
Ni siquiera escucho que hay afuera...
No sé
A eso es lo que juego por enterrar a mi viejo yo,
el viejo que hoy desea ser niño.
Escuche aún más grande tus palabras,
entre a un mundo sin pedir un pasaporte.
No sé
Escucho que no quieren ser los nuevos,
pero solo ellos brillan sobre estelas.
No sé
Escuche palmadas en tono de heartbeat
No escucho que hay afuera
por favor, guarda silencio
No sé
Escuchar no es encontrar.
Encontrar no es pensar que escuché.
Ahora entiendo y lo sé.
Todo cambia y el agua nos llena.
La lluvia complementa.
Las sequías no tienen que esconderse más atrás de libros.
