Soy absolutamente inmadura. Tengo muchísimos caprichos. Tengo rabietas tontas, y soy muy orgullosa. Difícilmente doy mi brazo a torcer. Tengo días malos, días muy malos y días peores aún. Soy capaz de enfadar a cualquier en menos de dos segundos. Puedo llevar la contraria únicamente por molestar a esa persona. Puedo girarte la cara sólo por un enfado momentáneo. Soy voluble, cambio mucho de idea. Me gusta todo, y a la vez, puede no gustarme nada. Lloro de vez en cuando, simplemente porque me siento mal. Llevo mucho peso a la espalda, pero soy incapaz de soltarlo. No me enamoro con facilidad, sólo lo he hecho una vez, pero sí me pueden gustar muchos. Puedo perfectamente no comprenderte, e ignorarte. Soy totalmente insegura, pero tiendo a actuar por impulsos. Puedo llegar a ser muy celosa. Soy bastante vergonzosa.


Pero también soy capaz de amar con todo mi alma. Puedo ser la persona más cariñosa del mundo. Puedo hacer que desees estar conmigo en todo momento. Puedo hacerte sonreír a base de pegos y, si no funciona, siempre puedo darte un beso. Soy la persona más fiel que puedas conocer. Siempre que me des motivos, confiaré en ti, tanto como para saltar al vacío si tú me lo pides. Sé perfectamente cuando quiero algo de verdad, y te quiero a ti. Sé distinguir entre amor y pasión, y sé cuando se mezclan los dos, y hay ternura. Soy capaz de escribir algo que te haga llorar, que te haga quererme con todo el alma. Si me enamoro, puedo perfectamente gritarlo a los cuatro vientos, sin miedo ninguno. Puedo hacer caso omiso de mis impulsos en algunas circunstancias.


Sé que tengo muchos defectos, pero también tengo muchas virtudes. Y sé lo que soy capaz de conseguir, y lo que no. Sé cuando tengo que rendirme. Y todavía no ha llegado ese momento.

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