Desde que te fuiste se ha apoderado de mi un crónico y mal temblor porque el deseo de vivir tenia tu nombre escrito cual señal.
Desde que te fuiste ya no siento más calor porque el espacio que dejaste lo ocupa todo mi dolor, ese vacío tan grande lo lleno la soledad y esta desolación es lo que queda desde que tú no estás.
No me quedan fuerzas ya sino tristeza, habla de miseria solamente mi boca seca y van mis manos trémulas buscándote sin rumbo por este inmenso mundo frio y crudo.
Sé que no te encontrare, se que todo está perdido y en mi corazón se sienten los latidos acelerados como cuando de algún peligro se nos ha advertido.
Adiós mi belleza infinita, adiós mi dulzura total, que sea completa tu dicha y bendita, aunque yo no te pueda tocar.