Soy el que ignoro conozco.
Pretendo existir, extinguiendo mi vida, y reír al decir es normal, uno se acostumbra o se olvida.
Soy el idiota que se sonríe de frente, con los ojos y sin pensarlo.
Soy el dueño de los ojos, que la vergüenza prohíbe mirar.
Soy el que no necesita felicidad.
Soy el misterio cuando se busca detenerme y el suelo cuando buscan empujarme.
Soy mis palabras y el silencio en voz baja.
Soy lo que se olvida sin necesidad de destruir lo indispensable.
Soy lo que hace falta cuando fracasa lo importante.
Soy el resto, eso que solo queda cuando a nada interesa.
Soy lo que hice, aunque me complicaran hacerlo.
Soy el ancestro cuando lo ignoro. A él y su razón.
Soy consecuencia nefasta del estado que mantengo.
Soy el orgullo de mi propia destrucción.
Eres grande Ale, y no se hable más.
Me ha encantado tu pensamiento sincero y desenfadado, no soy feliz ¿Y qué? Me da lo mismo. Lo acepto todo porque esto es lo que hay.
Inteligente amigo. Con honestidad , honradez y sin pedantería.
Un texto estupendo.
Me alegra mucho encontrarte.