GeneraciÓn Perdida
Arde Occidente cual hoguera de San Juan, y los golpes son insultos juveniles que solicitan lo que se les prometió en su día. Las calles son un hervidero de personas de todas las edades que reclaman una democracia real, aunque requerir democracia a un Estado Democrático sea algo así como reclamarle leche de vaca a una cabra. La culpa se encuentra en el pasado: nos aseguraron que el futuro sería prometedor si el esfuerzo era contundente; nos dijeron que con la sinceridad, el esfuerzo y el saber estar se podían abrir todas las puertas, o casi todas. Al final, mentiras surgidas y promulgadas, tal vez, desde la élite social, donde se esconden los que realmente viven bien, ésos a los que la crisis les viene de perlas, personajes agriados y escondidos bajo túnicas negras, que observan como la pirámide se tambalea, pero no les importa para nada tal desgaste social, ya que a río revuelto, ganancia de pescadores. Ahora nos advierten que los jóvenes somos una Generación Perdida (maldito bautismo de sangre impía), toda una generación que sí desea trabajar, poseer un futuro basado en el esfuerzo y en la integridad. Ahí tenemos a gente desde los 35 hasta los 18 años viéndose en la necesidad obsesiva de tener que depender de sus padres (para que luego digan que la familia está de capa caída), o tener que mendigar por las esquinas de lo cuestionable un trozo de jornal, una migaja laboral, sea a quien sea (por favor, si sabes de un curro, házmelo saber). Esto quizás sea lo más triste de todo, que personas sobradamente preparadas tengan que acercarse cabizbajos a otras personas en mejor posición que ellos, y bailarles el agua para poder conseguir un trabajillo de 12 horas al día, sin fines de semana libres, y cobrando una soberana y contundente mierda. Es el principal problema de este mal llamado país civilizado (España, para los estudiantes de la LOGSE): que nos han acostumbrado a suplicar al que tiene o incluso retiene, a lloriquear para conseguir algo de pan y circo, cuando en otros países de la Unión Europea, según las necesidades profesionales y personales del individuo, el Estado se ocupa en buscar un lugar de trabajo acorde a dichas necesidades. Por eso se nos ha bautizado de esta manera tan dura y vulgar, Generación Perdida: nervios escaldados al ver cómo pasan los años y no se puede hacer nada, a no ser protestar, hasta que alguien o algo escuche las rogativas de una amplia mayoría, y se decida a dar soluciones a una cosa llamada crisis, a un virus que transita por las avenidas de esta España reconocida mundialmente por su sangría, sus chiringuitos a pie de arena y sus intelectuales, tales como La Esteban, Paquirrín, o el mismísimo Jorge Javier Vázquez; para que luego nos extrañe cómo están las cosas
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Agora
NO: la generación mejor preparada no puede ser generación perdida, no! hay salidas distintas a las ya trilladas, no sirve el esquema previo! habrá que romper demasiadas inercias...! ánimo! se puede! sin regodeo en la impotencia y la queja, tirando pa'lante! por encima de lo viejo e inútil ya!
( no se si me explico bien...)
21/06/11 01:06
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Susiunderground
Impotencia si queremos un movil última generación y un Mercedes Benz, como hace ya décadas dijera Janis Joplin. Impotencia si queremos vivir como papá y mamá, como Camps...
Todo un horizonte por delante si sólo queremos ser felices, ser dueños de nuestro tiempo, pensar...
Vivir con menos, pero disfrutar.
Frustración ante caminos trillados, libertad ante los imaginados
21/06/11 04:06
