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Golpes de Pecho

Las niñas ya no quieren ser princesas, los Polos se derriten sin previo aviso y a mí me duele la cabeza. Supongo que es cierto eso de que las cosas están cambiando a golpe de crisis e incertezas, que ahora sí que sí, que ya no es una muletilla absurda cuando escuchamos eso de "las cosas están peor que nunca". Yo soy de los que opinan que el asunto de la buena convivencia se fue por el desagüe recién comenzado el siglo XXI, así como que el arte con mayúsculas se fue al traste tras la II Guerra Mundial.

Pudiera decirse que en ese preciso instante la psique mundial dio un giro de tuerca despótica para dejar de pensar en el bienestar futuro, el de las generaciones venideras, tornándose el ser humano en un individuo mucho más aprovechado, más solitario y hedonista, más pasota y menos filántropo. Prueba de ello es la noticia que "detonó" mi cabeza al leerla a principios de semana: "Una empresa hondureña obliga a sus empleados a "usar pañales" para no perder tiempo a ir a los baños", para evitar pérdidas de tiempo y costes. Posiblemente este sea el precio de sabernos naufragados como raza. Acaso estemos viviendo por vez primera en la Historia de la humanidad un enorme cansancio mental y moral, agotamiento que se ha posado con ganas en la psique colectiva. Una postración que produce la crisis de valores que padecemos ahora y que ha traído consigo la espantosa dificultad económica. Actualmente, en pleno año 2013, al ser humano le falta ilusión, algo que supone una lacra que casi en su totalidad padecen los habitantes del denominado Primer Mundo, ya que aquellas personas que sobreviven en el mal llamado Tercer Mundo, por ventura sólo poseen fuerzas y esperanzas para conseguir un trozo de pan diario para sus hijos.

Por eso cuando me refiero a crisis moral aclaro que es un aprieto que soportamos casi enteramente en nuestra sociedad, ya que en las otras sociedades supuestamente menos desarrolladas –colectividades que no solemos citar a causa de nuestras peliagudas molestias- ni siquiera se pueden dar "el capricho" de lamentarse o darse golpes de pecho, porque este acto de flaqueza sería inútil y porque el Sistema que nos gobierna tanto a nosotros como a ellos ha organizado un "casino" para que ganen siempre los mismos. Así es como están las cosas por aquí. Hemos modificado tan radicalmente nuestro entorno físico y mental que ahora debemos mudarnos a nosotros mismos para poder existir dentro de este anárquico hábitat; hemos modificado tanto nuestra conciencia que ahora necesitamos buscar nuevas reglas de convivencia. Mientras tanto, los niños de mayor quieren ser futbolistas para así mostrar su peinado lambido por una vaca… y las niñas ya no ansían ser princesas, sino un clon barriobajero de Beyoncé o Lady Gaga, aunque al caso a mí me da lo mismo, ya que tanto la una como la otra me taladran por igual los tímpanos. Así pues, "¿qué tiempos son estos en los que tenemos que defender lo obvio?".
Alexandervortice03 de septiembre de 2013

4 Comentarios

  • Polaris

    Corren malos tiempos para la lírica, era una canción de un grupo llamado Golpes Bajos.

    Me gusto.

    Pol.

    04/09/13 01:09

  • Polaris

    04/09/13 01:09

  • Alexandervortice

    Muchas gracias, amigo Pol. Conocía la canción y sí, son malos tiempos
    para la lírica y sus sucedáneos.

    Un saludo cordial

    04/09/13 05:09

  • Buitrago

    Buen texto

    Antonio

    04/09/13 10:09

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