Los huesos rotos brotan
como espinas después de una batalla.
No siempre he decidido iniciar imposibles
(en ocasiones el grito de la noche
es el más fino de todos los gritos).

Cabalga Pegaso y el inicio del Fin
me arrebata el poder de saber fingir.

Ojo por ojo en continentes oscurecidos,
en Europa cinco días de ceniza con sal,
siempre dormitando hipocresía,
ahora que en Asia se reconquistan
flores de loto.

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