Yo tuve un perro,
un perro triste como los argumentos
de los hombres que sabemos
que pecamos diariamente.
Yo sé que el perro triste- dormitaba
en mi almohada celeste,
lo sé porque la mañana que perecí
él estaba a mi lado, triste,
ebrio de todo lo inexistente.
...Y ahora me asegura
que ya no desea continuar viviendo.
Alex:
Excelente.Me encanto. Soy un gato que quiere mucho a los perros jejeje..
Serge.