TusTextos

Tras El Silencio

Lo cierto es que uno va pasando por la vida de manera un tanto mohína y desequilibrada. No existe mayor cobardía que esa que calla, esa omisión que permite que las cosas perniciosas continúen haciendo mella en las personas de bien. Dicen que Dios odia a los tibios de corazón. Yo, personalmente, a estos personajes no los puedo ver delante, me marean, me producen vómitos y sudor de labios dilapidados por el grito que solicita rectitud. Porque lo malo de intentar quedar bien con todo el mundo es que nunca quedas bien contigo mismo. La amplia mayoría de personas que he ido conociendo a lo largo de la vida requerían sinceridad. La experiencia me ha aseverado que casi nadie desea la sinceridad, ya que la sinceridad es hija de la verdad, y lo malo de buscar la verdad es que corres el riesgo de encontrarla y no poder asimilarla. Esa es la gran tristeza del ser humano: la doble moral, el no poder ser como uno es a consecuencia de los prejuicios y antifaces que nos rodean. Ser veraz es un suicidio, pero también es un milagro retocado por las manos de la valentía y la integridad. Se duerme mejor siendo sincero, aunque, en ocasiones no podamos dormir a causa de haberlo sido. Hay que tener mucha valentía para explicar que hasta aquí hemos llegado, que hasta aquí hemos permitido la inmoralidad, y salir a la calle, con cóctel molotov en mano, sabiendo que, muy posiblemente, los maléficos seguidores de Gadafi te manden al otro barrio a consecuencia de las balas, las granadas de mano o las ráfagas de disparos lanzadas desde aviones de combate. Es muy fácil no tener conciencia y alimentar una mentira hasta convertirla en verdad. Así es que cuando se repite una hipocresía más de cien veces se convierte en algo cierto. Pero, aunque para algunos el tiempo sea precioso y valga oro, la verdad es mucho más valiosa. La verdad estalla una mañana a primera hora, y enseguida se convierte en un arma potente que hace remover conciencias o, incluso, hace que ciertos gobiernos dictatoriales tiemblen y sean derrocados. Una mentira, aunque viva en la oscuridad del día a día y haya causado muertos, tarde o temprano acaba muriendo y desapareciendo. La verdad reside tras el silencio, en la gota de lluvia que cae mansamente, en la necesidad de buscar para encontrar lo que realmente le da sentido a la existencia. Porque, tal y como indicaba Blaise Pascal: “A la verdad se llega no sólo por la razón, sino también por el corazón. La verdad es útil a quien la escucha, pero desventajosa a quien la dice, porque lo hace odioso. Ni la contradicción es indicio de falsedad, ni la falta de contradicción es indicio de verdad”.
Alexandervortice08 de marzo de 2011

3 Comentarios

  • Lis

    “A la verdad se llega no sólo por la razón, sino también por el corazón. La verdad es útil a quien la escucha, pero desventajosa a quien la dice, porque lo hace odioso. Ni la contradicción es indicio de falsedad, ni la falta de contradicción es indicio de verdad”.

    alexandervortice: primera vez q leo un escrito suyo, me ha encantado lo que expresa dtras de su silencio es cierto como siempre lo he dicho este mundo es de hiprocrita y lamentablemente la verdad duele por el hecho de ser verdad... va a mis amigos favoritos.

    saludos desde la luz... nos leemos

    08/03/11 02:03

  • Alexandervortice

    Muchas gracias por tus palabras, Lis. En verdad deseo que la
    luz nos ilumine. Abrazo.

    08/03/11 05:03

  • Tere92

    Un gran texto, la verdad es que te da mucho que pensar y reflexionar. Gracias por escribir asi. un abrazo!

    15/03/11 12:03

Más de Alexandervortice

Chat