Cuando nuestros ojos se cansan de ver dolor y angustia
Cuando nuestros oídos se cansan de escuchar llanto y desesperación
Cuando el olor de la sangre fresca se confunde con el olor de la tierra seca levantada por el viento
Cuando nuestras manos sólo palpan temblor y angustia en una mano tierna y frágil
Cuando el trago amargo de la injusticia se niega a pasar nuestra garganta y se convierte en espesa amargura
El hastío y la saturación inundan nuestros pensamientos y sólo la muerte aplaca nuestra angustia
Los hombres dejaron de ser hombres persiguiendo el fétido aroma de la fama
Los niños despiertan de sus sueños lanzados de cabeza a una realidad sin esperanza
Los viejos dejaron de ser sabios y ahora sólo son viejos tirados a la calle
....sigue