Y llegó el día en que todo cesó, los enfermos sanaron y honraron a los que se habían convertido en recuerdo en el transcurso de la noche oscura y cerrada que había pasado, volvieron los abrazos pero esta vez más fuertes, los besos se convirtieron en lo más profundo y dulce que una persona podía dar, los niños reían a carcajadas y volvían a volver "locos" a los adultos con sus actos y ocurrencias, los ancianos volvieron a sentarse en los bancos al sol y disfrutar viendo la vida pasar... Y llegó un día...