Dicen que hay gente que te hace cambiar y llega en el momento más inesperado.
Son una especie de ángeles caídos del cielo que te ayudan a encauzar el camino que perdiste. Te dan fuerza y libertad.
Las estrellas no se llevan muy bien con estas personas, porque tienen envidia de ellas, aunque hay obreros que las defienden.
Puedes confesarles secretos, y los "shh" serán llaves de caja fuerte.
Hay lágrimas de miedo, por poder perder, por no saber si Romeos o Julietas, así que te bajan la luna del cielo para consolarte.
Son conocidas como mariposas; si las intentas cazar nunca quedarán, y si esperas frente al mar, sobre tu mente posarán.
Llévale rosas rojas, y te harán un rinconcito. Puedes empezar a buscar por un bar de copas, una tarde cualquiera, en el de Tirso, por ejemplo.
Cuando esté oscuro y tengas miedo, puertas misteriosas se abran, y sola estés en casa; una lucecita roja encenderá y allí estará.
Acaba la noche y llega el alba.
