Alpana:
Amigo no debes sentir asco ni vergüenza de tu nacionalidad. La maldad y la corrupción son aspectos innatos del ser humano sin importar en que parte del planeta haya nacido.
Uno siempre debe actuar de acuerdo a sus principios y convicciones, al margen de la basura del mundo, eso es lo que hace la diferencia.
Un gusto leerte.
Serge.
17/01/12 06:01
Mientras el poder judicial marche de la misma mano que el politico, nunca abra una justicia coherente y real, siempre salpicaran intereses, mande quien mande, gobierne quien gobierne que aqui si te doy la razon plenamente, no es lo mismo.
Comparto opinión con Serge en cuanto a la verguenza... solo si es ajena Alberto, solo si es ajena.
un saludo
Antonio
17/01/12 07:01
Tu texto, amigo Alpana, me viene que ni pintado para desahogarme, yo también.
"Roma no paga traidores". Eso se sabe de siempre, que es como decir, hazme el trabajo suicio, que yo sabré recompensarlo.
No creo en la justicia, así que tampoco en ninguno sus elementos, ya sean jueces, abogados, secretarios, etc, etc, etc.
Lo que ha hecho el juez Garzón no es digno de mérito, dado que es su trabajo. Lamentablemente eso, en este país, es la excepción que confirma la regla.
¿Merece ser alabado? Desgraciadamente sí. ¿Defendido? También. Porque defendiéndolo a él, defendemos de alguna manera una visión de la sociedad, una menera de entender la POLITICA, ese contraro social que ahora mismo nos han arrebatado, mejor dicho, que nos hemos dejado arrebatar. El juicio a Garzón es un golpe más, pero no el último.
un saludo de miguelito
17/01/12 11:01
Hay demasiados motivos ya para indignarse verguenza no asco bastante creo que me ire
a Dinamarca en fin besos y no te rindas nunca.
18/01/12 05:01
Serge, otras veces toca sentirse orgulloso. Hoy da vergüenza. La verdad es que últimamente, más que de ser español se siente vergüenza de pertenecer a la raza humana.
Antonio, hace décadas había buenos políticos. Tanto de izquierdas como de derechas, que no estuvieses de acuerdo con las ideas de uno u otro es otro tema, pero había buenos políticos. Hace tiempo que son todos unos inútiles, además de mangantes y estómagos agradecidos.
Miguel, no es digno de mérito, en efecto. Y sin embargo, es de los pocos que hacen lo que se supone que está implícito en su cargo. Sorprendente, ¿verdad? Cuando la corrupción llega a la judicatura, mal vamos.
Libelle, ojalá la solución fuese largarse a otro país, pero me temo que en todas partes cuecen habas. Mejor a algún pueblo abandonado en medio de un monte. No me rendiré, no te preocupes.
Gracias a todos por leer. Besos y abrazos.
18/01/12 09:01
Alberto.
Comparto tu indignación, pero hay "tantos" que se lo pasan por el ...
Y espera, la de corrupciones que quedan por salir a la luz.
Abrazos.
19/01/12 10:01
Ya te digo, Gabriel. Hasta los "yernísiimos" se pringan. Algo no funciona.
Un abrazo.
19/01/12 05:01