Polaris
Tras tantos años de amistad sincera, la noticia fue negada en mi interior, hoy que se fehacientemente que ella se nos ha ido al Olimpo para ser piedra de montaña y inspirar a Homeros y demás poetas de almas descarriadas, para pintar senderos, y las flores más agraciadas, lo único que tengo que decir es que el alma de esta página se ha ido, nadie es imprescindible, pero hay huecos, vacíos que no pueden rellenarse, tu sitio aquí, tu silla de A mayúscula, no puede ser reemplazado por ninguno de nosotros, tu cátedra que vacante eternamente, pues nadie puede sustituir un alma, no la tuya.
Me niego a que tu esencia muera, y dedicaré lo único que tengo,el tiempo,para recordar tu nombre, tu obra, tu ser, tu bondad.
Oscar Wilde dijo una vez que uno solo muere cuando nadie te recuerda. Te has dio de este mundo material, pero seguirás viva en el recuerdo de todos los que te quisimos y te admiramos.
La tristeza es inherente a la perdida, quien diga lo contrario miente, hay un luto, y estamos en él, pero sentiros orgullos todos los que la conocisteis, Socorro tenía la más bella de las profesiones que nunca dejó de ejercer, era maestra, maestra de conocimientos, pero sobre todo, maestra del alma. Me enseñaste muchas cosas, muchas, entre ellas a perdonar, por eso eras sabia, tu perdón siempre fue infinito, y aunque hay que librarse del día de las alabanzas, en tu ser es imposible que cupiese el más mínimo indicio o atisbo de enjundia.
Vendrán días, vendrán, vendrán las oscuras golondrinas y de nuevo marcharán, más nunca tu alargada sombra podrá borrar el recuerdo de tu ascensión, de tu constelación en en los cielos, del recuerdo en nosotros.
Mi querida Socorro, puedes estar orgullosa de lo dejas, tu vida ha tenido un sentido y has sido ejemplo de vida para cientos de personas, miles, todos ellos honraremos tu memoria.
Tú me iniciaste en la lectura de Oscar Wilde y me dijiste una vez que el había pronunciado una frase que fue capital para ti:
[Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida]
Siempre te admiré por tu vitalidad, por tus ganas de vivir, por el siempre continuar hacia adelante, por dar ánimos cuando eras tú quien los necesitabas, mi querida amiga dejas un hueco muy importante en este sitio y una admiración sincera en este aprendiz que nunca llegará a tu condición humana.
Echaré de menos tus recomendaciones, tu indicaciones sobre los clásicos, tu maestría sobre la literatura, hay una parte de mi que queda huérfana, sola y desamparada.
"Mejito", no pude decirte que volví a leer el Principito, allá donde estés, léeselo a todos lo que quieren un mundo mejor.
Tengo mucho dolor Mejito, mucho, yo te admiraba, nunca sabrás lo mucho que te admiraba.
Algún día sé que volveré a encontrarte y tendremos toda la eternidad para hablar.
Pol.
19/03/18 08:03