Cuando cierro mi puerta, en el momento que
te marchas corro a mi ventana par ver tu silueta perderse en el
camino.
Cuando cierro mi puerta, y ya te has perdido en la
vista de mi ventana, mí corazón comienza a extrañarte y mi cuerpo
comienza a dar señales de que le haces falta.
Cuando cierro mi
puerta querido amor, conservo en mi boca el sabor de tus besos.
Cuando cierro mi puerta querido amor, mi cuerpo se estremece con
la última caricia que dejaste de recuerdo.
Cuando cierro mi
puerta, mi esencia se va contigo y regresa a mi solo cuando vuelvo a
tenerte cerca de mío.
Cuando te marchas y cierro mi puerta solo
me consuela volver a tenerte en mis sueños.
Cuento los minutos
y los segundos desde que marchas hasta que regresas.
Tu
ausencia deja sin brillo mis ojos.
Tu ausencia deja inerte una
partecita de mi vida.
Porque tu amor me transporta al infinito
néctar.
Sos tan necesario en mi vida como la miel para las
abejas.
Sos tan vital como el aire mismo.
Te quiero
así, envuelto en miles de defectos que mi amor disfraza como hace un
rapador de muebles antiguos, que los lustra para que se vean bellos.
Te quiero tanto que nada logra tener un real sentido si no estas
involucrado.
Así te amo, así te quiero tan simple y tan
profundo como eso