Me rebelo a quitarte de mi pecho
Aunque me arrastre la fuerte tempestad
Aunque la calamidad me persiga
Me sostendré de tu amor
Eres la presencia que me sostiene
en esta vida que pronuncia tú nombre
Susurro tu mote dormida
Y mi cuerpo se niega a vivir sin tus caricias
Renuncio a este cielo
Me dejo arrastrar a la orilla de tu existencia
Lacerada me dejas en noches de ausencia
Sin embargo en el crepúsculo curas mis heridas
Insumisión que desborda cualquier regla
Quimera que arde en el fuego de tu pira
Me rebelo a quitarme el aroma de tu cuerpo
A borrar de mi memoria tus besos
Me rebelo
mientras gravas en mi piel
el agitar de tu cuerpo
Me rebelo
mientras me amas
y confundo la tierra con el paraíso
Me rebelo haciéndome poseedora de tu tártaro
haciendo de tu averno mí suelo