Un día desperté y no me sentía igual, observo a mi alrededor. Estoy en un lugar frío y oscuro, extrañamente no era el sitio lo que me hacía sentir desorientado. Pues aquel lugar lúgubre a pesar de ser ajeno a mi memoria; algo en mi mente me decía que allí encontraría mi alma.
Mi lógica se pregunta por qué encontraría , acaso la he perdido?.
Mientras mi mente divaga. Mi cuerpo gira tratando de que mis ojos hagan su trabajo, pero la visión es nula, solo logran ver extrañas figuras entre las sombras. Cada vez me agobio más y más. Hay presencias que me observan aunque ninguna de ellas provoca miedo alguno en mi, cada minuto que pasa se acercan a tal punto de rozar mi cuerpo y parece que empiezo a recordar cómo fue que llegué aquí.
Paren ! No se acerquen más, mi boca sin soltar una palabra; era mi corazón quien gritaba.
Me es casi imposible describir cómo pude sentir tanto miedo aquella ocasión.
Reacciono y trato de proteger mi corazón de ese dolor provocado por el miedo, queriendo enviar a otro plano esas figuras que no eran presencias sino recuerdos que me transportan a aquel día funesto donde se fracturó mi línea de tiempo. Quiero olvidar ese día; que dentro de un sueño no eras la misma y al despertar comprobé que en realidad ya eras diferente...
Dentro de tu texto, se esconde ciertamente una marchita sensación de soledad y angustia, bastante acertada tu manera de describir esa sensación de pánico y terror por la ausencia de ese ser amado. Me has recordado a algunos escritos de mi autoría.
Saludos, me lo quedo en mis favoritos