En el rancho donde hiervo en caldo hasta los huesos,
donde contaminan de promesas todo porvenir,
hace rato que vengo pensando si no sere yo tambien,
otro pez buscando el aire en la malla fina de la red...
Donde anida la malaria, y la luz se filtra a golpes,
donde el cielo huele a cebo al ir a dormir,
los cabritos van balando el discurso prearmado de la ley
(reflexiones moderadas por la horma del estado),
ay!, que ingenuidad!.
El pensar que dirigentes pueden concebir igual dolor,
que la gente que resangra cayos viejos como vos,
como vos y yo!.
Que mañana cuando aflore el alba,
deberemos ir a carretear, aunque llueve, nieve o truene,
para ver que no alcanzara...
que otra vez no alcanza el pan,
que otra vez no alcanzara!.
Poema soberbio. La Historia es esa, repetir lo que escuchamos, y solo nos permiten alguna pregunta para remover un poco las aguas, sin que el curso del río se altere.
Saludos
Carlos