Papá padre, acodado en la mesa, papá padre, junto a la botella medio vacía o medio llena, esa botella que contiene; que alberga un destilado que según y cómo puede echar a perder a quien lo ingiere… en abuso dello…
Se abre la puerta de la cocina… Entra Pedro, hijo del beodo y:
“Padre, de mayor quiero dedicarme a la ciencia.”
El beodo, Rufino por nombre, con aspecto abatido dice: “Hijo, tú estas loco.”
Pedro, se enciende, no demasiado, pues el miedo a su padre no dejaba que…
“Pues…, seré un científico loco, y construiré una escalera para subir a las nubes…, y allí permaneceré… hasta que….
Y Pedro, cabizbajo, infravalorado, cansado, acomplejado; regresó ante el libro que leía allá al final del pasillo en su habitación, sobre la mesa; esa mesa que un día su abuelo materno qué buen ebanista con sus duras manos le hiciera, una buena mesa para que pudiera abrir sus libros y junto a ellos creciera.