Hace tiempo que deje de empeñarme en alcanzar la felicidad. Me dí cuenta de que es tan efímera, tan abstracta... tan subjetiva...
A veces está en momentos tan sumamente pequeños, que ni siquiera somos consicientes de ello. Porque al menos en mi vida es así. No he podido saborearla más allá de una hora, quizás de dos.
He luchado tanto..tanto tanto, por deshacerme de esta tristeza que me acompaña, por deshacerme de esta rabia que inunda cada parte de mi cuerpo... y que inútil ha sido todo ese esfuerzo.
Es demasiado grande, demasiado fuerte. Es un cúmulo de sentimientos desagradables de los que no consigo desprenderme..
Está ya tan dentro de mi, que ni llorar me alivia. Ya he dejado de sentir ese nudo en la garganta..
Porque hay tantas cosas que no podemos cambiar.. tantas cosas que no están al alcance de nuestras manos, de nuestras posibilidades...
Es injusto que no pueda elegirse la familia en la que naces, es muy injusto.