Éxtasis, sublime, quemaba dentro de mi,
respire tu aliento a través de mis poros,
mi ser te aclamaba.
En el mismísimo paraíso,
subimos a lo mas alto.
Nuestros cuerpos se transformaron en el complemento perfecto.
El tiempo deshilachado en eternidad y no existía tal gravedad capaz de hacernos bajar de tan alto umbral
locura y placer.
Nuestra pasión aquella que parecía agua fluyendo de un manantial absorbido por su mismo fuego.
Amor, al exhalar la excitación semejante a vientos huracanados arrebatándolo todo a su paso.
Tus ojos veían lo profundo del alma entre el deleite
que brotaba al deshacernos en sabanas de seda
que encubrían nuestra complicidad como testigos fieles de un verdadero amor.
Gracias Pol, es muy bueno saber que lo que estas expresando llega a la gente que lo lee, deje de escribir por mucho tiempo y de a poco estoy volviendo, gracias por recomendar!!!
Saludos!!!