Quedó expuesta a los rayos del sol
marchitando su alma,
apagando su luz
los polos enardecidos
produjeron una luz
con una portentosa aurora boreal
guiaron sus partículas hacia su piel
excitando su sangre, activando su energía,
despertándola de su letargo,
aumentando su temperatura
Emerge una mujer inusual,
imprudente, voluptuosa
su aroma sale del sarcófago
en donde sus ojos brillan como luceros
intentando traspasar la caoba fría
intentando guiar los pasos de su amado
Su cuello espera su momento como una lápida de mármol
para algunos se traduce en espectral,
para ella es igual que sentir la aurora boreal
transformando su piel, porque ha llegado
el tiempo de sentir sus manos sedosas
que pulen su palidez, que la abren como rosa nocturna
bañada en un suave rocío
Entre la luna y la oscuridad
Destilan sus esencias
Entre la luna y la oscuridad
Destellan las pupilas en ardiente deseo
Entre la luna y la oscuridad
Un raudal de pasión
Sustentados desde la unión de la sangre
Al inicio del alba toma su cuerpo
Y lo descansa sobre el sarcófago
Dejando un beso sobre su pecho
Aplacando sus ansias hasta que sus ojos
Brillen de nuevo como luceros