Sin quererlo hayo un resquicio ilustrado con un jeroglífico tallado a fuego. Me envalentono frente a él, desafiante, cual espectador, a esperas de que la piedra grabada dicte sentencia. Me hable. Su respuesta no es más que un aura de silencio envolvente. Satisfecha deshago la mirada previamente construida y parto con un aire contundente y fresco de ensimismamiento. Mi tiempo no duda. Soy consciente de nuevo. La mejor de mis lecturas.
Hermoso poema amiga poeta. Especial, lleno de profundidad y hondo sentir. Conlleva a viajar a tu visión de universo. Y contagiándonos con el sentir original y hermoso con que le cuentas. Gracias por tu inspiración. Bello sin dudas. Saludos, amiga poeta.