Hoy he despertado
pensando en ti, de nuevo.
La única diferencia es que
no estabas a mi lado.
Pensé no soltar tristeza hoy pero
sigo llorando entre rincones
con tu recuerdo
dulce y amargo.
Recuerdo tu sofá, tu sonrisa,
tus caricias, tu sonrisa,
tu música, tus ojos,
tu verdad, tu sencilla
manera de quererme.
Aún no sé cómo lo voy a hacer.
Escribo para no enloquecer.
Me da miedo ahora
enfrentarme a todo esto.
No estás
y quiero pensar que es todo una broma.
Que voy a ir a tu casa
que estaremos toda la tarde haciendo el imbécil,
hablando,
cantando,
fantaseando,
riendo.
Olvidándonos un poco
de las sombras que nos entristecen.
Cogiéndonos la mano,
besándonos,
y retando a la vida
ya que la muerte no nos hace daño
ni nos asusta.
Pudimos llegar a ser uno.
Y fue todo tan real,
tan pasional,
y tan puro.
Que hoy,
me duele
todo
el
alma
y la lleno de lágrimas
de furia
y de rabia.
Pero hoy sólo hay tristeza,
pobreza sin tus besos,
frío sin tus cálidos abrazos.
Y de nuevo
me hago pequeña,
y es todo oscuro
y crudo.
Sin tu luz
es más duro,
que sin ti,
soy sólo hueso
y me estoy pudriendo
hoy
día 1.