He cometido muchos errores. He llorado por quién no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría una vez más, caí en la tercera. He perdonado lo imperdonable, tanto que me tomaron hasta por tonta. He callado te quieros por miedo al rechazo, o por inseguridad se quedaron en el aire y he regalado te quieros por simplemente cumplir. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parecía que el mundo me comía a mí. He callado verdades por no hacer daño y ha habido días que dormía solo para poder verte en mis sueños, días en los que no podía dormir pensando que a la mañana siguiente te tendría a mi lado para abrazarte. He madurado a bases de palo, he creído en lo imposible. He abrazado a la persona que pensaba que nunca me haría daño. He disfrutado de pequeños detalles y he aprendido poco a poco en qué consiste la vida.
