No devuelves mis mensajes
ni las ganas de seguir
y no hay preocupaciones
que recaigan sobre ti.
No hay agua de mayo
ni brotes de jazmín
que no se hayan regado
con tus ganas de vivir.
Eres pequeña
como un grano de sal,
como un barco hundido
en el fondo del mar.
Deambulas con temores
apunto de estallar
y si me equivoco
te lo tomas a mal.
Ahora dime que te han de ofrecer...
las noches en vela, un hueco en el sillón,
un asiento en el parque, una taza de café,
un baúl con recuerdos, las ganas de volver.
Y ahora dime que te van a dar...
la tristeza de tus mañanas, las macetas del balcón,
la soledad de tu almohada, las ganas de gritar,
las notas perdidas, la letra de una canción.
Eres la cadena de espinas
en el rosal en que me adentro,
temporal que golpea
la pradera sin flores,
el espigón sin faro,
el cigarro del mediodía,
el contorno de tus pechos
la locura y la agonía.
No devuelves mis mensajes
ni las ganas de seguir
y no hay preocupaciones
que recaigan sobre ti.
No hay agua de mayo
ni brotes de jazmín
que no se hayan regado
con tus ganas de vivir.
Me gusta Ismael Serrano...