Daba todo por teminado, no cabía ninguna remota idea, el lienzo en blanco... te imaginas? Mejor aún, ves llegar a tu mujer con tu mejor amigo en tus narices, así se siente: una maldita, desmesurada, congelante traición, unas náuseas del demonio.
Yo no sé por qué creen que, fácil es escribir y decir oraciones que encajen en el perfecto entendimiento sin repetirse con selinidad alguna, que el adjetivo de "bohemio" lo ganas en copas y versos al mejor postor.
Gente de pocos recursos, de poca imaginación y con hambre perruno callejero.
La cola se acorta, en el vidrio que lo separa una voz escupe por el orificio:
-Señor, tendrá que volver, el encargado se encuentra fuera del país, su cita la programó para la próxima semana.
Con los ojos desorbitados hacia adentro, así como oyen, bien adentro, con los puñales ferozes en el estupor del día.
-Ya nada me abruma, confieso, esta ciudad se puede undir en su propia mierda.