Dios llamo a Lucifer para que se presentara ante él.
Las puertas del cielo se abrieron, y una deflagración entro por ellas. En medio de tal
deflagración apareció Lucifer pisando el brumoso suelo de nubes blancas y puras. Las nubes y
la bruma se apartaban como el vapor de una cafetera a los pasos de Lucifer. Las almas puras
que pululaban por las cercanías de este se sentían atraídas por tan intenso magnetismo, y
hubieran acabado dentro de la deflagración que rodeaba a Lucifer si no fuera por un finísima
tela trasparente parecida al papel de celofán que cubría a las almas del cielo y las apartaba del
maligno.
Lucifer llego hasta ponerse delante del trono de dios, su mirada era desafiante y la
deflagración se incrementaba por instantes.
Dios levantó el brazo desde su trono sentado, y en un instante hizo desaparecer todo el fuego
que cubría a Lucifer.
-¡póstrate ante mi hijo!-. Le dijo dios
Lucifer hizo caso omiso, y dios esbozó una media sonrisa apenas perceptible.
Lucifer empezó a temblar y sudar como quien hace un tremendo esfuerzo, y poco a poco
empezó a arrodillarse.
Lucifer ya no tenía ojos, dos llamas salían de las cuencas de sus ojos.
-¡Guarda tus bravuconadas para los mortales! ¿Acaso te has olvidado de quién soy?-.le
pregunto dios.
-¡no! No lo he olvidado ¿para qué me has llamado?-. Contesto Lucifer.
-quiero que me digas que está pasando en la tierra-. Le dijo dios
-¿Por qué me lo preguntas a mi?- .contesto Lucifer.
-hace tiempo que no me ocupo de ella, y tú te has quedado solo a tus anchas en ella-. Le dijo
dios
- sí, pero también hace tiempo que en la tierra se burlan de mí, ya no me tienen miedo, y yo
tampoco me ocupo de ella-. Hablo Lucifer.
-¡necesito que bajes y me digas que está pasando!-ordeno dios.
-¿Por qué no mandas a algunos de tus ángeles? Seguro que ellos obedecerían tus órdenes
gustosamente-. Contesto Lucifer a modo de excusa.
-¡los he mandado a todos y ninguno ha vuelto! Además estoy harto de darte explicaciones-.
Dijo dios- ¡así que ve ahora mismo!-.
Lucifer se levantó, levantó los brazos con los codos hacia fuera y pego un grito, que mas bien
parecía un rugido, y en un instante su cuerpo s volvió a rodear de llamas. Lucifer se giro y
empezó a andar, provocando de nuevo que las almas cercanas se sintieran atraídas y que a su
paso la bruma se convirtiese en vapor.
Cuando las puertas del cielo se cerraron, dios se recostó sobre un brazo en su trono y empezó
a divagar.
-no tengo noticias de mis ángeles. Si Lucifer tampoco vuelve, tendré que bajar yo, y la verdad,
nunca en toda la eternidad me he encontrado en esta situación-.pensó dios-¡tengo miedo!-.

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