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Historia Incompleta ( Prólogo )

Aquella noche decidieron dejar atrás una vida que no les satisfacía, hartos de que sus decisiones fuesen impuestas, sus sueños ahogados, sus palabras no escuchadas, en un lugar dominado por adultos que no los comprendían. En una huída furtiva, tomaron aquella carretera, que abandonaba el condado de Oldville y que surcaba un denso bosque.
La carretera estaba desierta, el silencio sólo lo rompían el siseo del viento y el sonido de motor del Opel Corsa que llevaban. No había nadie, era mejor así, pues en el pueblo todos se conocían y no deseaban que les parasen y tener que responder a ninguna pregunta incómoda. Así lo querían, simplemente desaparecer... y empezar de cero. Lo harían juntos, o eso pensaban, siempre los dos juntos, qué les podía salir mal... y ese fue el comienzo de sus historias.
Louis, tenía veinticuatro años, de complexión fuerte y alto. Su pelo era negro y sus ojos azules. Llevaba ropa holgada, sus pantalones vaqueros favoritos, la camiseta con el grupo de heavy metal que solía escuchar y unos tennis negros. A pesar de su aire desaliñado, era considerado atractivo por muchas chicas de su pueblo... Conocía a Hanna desde que eran niños, siempre se habían entendido muy bien, y desde hace unos años eran novios.
Hanna era una muchacha de veintidós años, delgada, pelirroja con el pelo corto, ojos verdes y de expresión risueña. Llevaba puesta una camiseta de manga corta negra, unos pantalones piratas que se le ceñían al cuerpo y unos tennis blancos y negros.

Hanna abrió una botella de cerveza que llevaban en la guantera y bebió dos largos sorbos, que le dejaron un agradable sabor en la boca.
- Louis, no me creo que esto sea verdad. Ya verás, a partir de esta noche todos nuestros sueños se cumplirán. ¡Hagamos locuras, Louis! ¡Quiero disfrutar de nuestra libertad!- y su última palabra resonó en su cabeza: L-I-B-E-R-T-A-D, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
Louis le contestó con otra sonrisa:
- Nena, despídete de Oldville. ¡Agárrate fuerte!, ¡ahora ya no tenemos reglas que cumplir!...
Subió el volumen de la música que escuchaban y aceleró. Louis iba canturreando la canción, mientras seguía el ritmo con la cabeza. Hanna, contagiada por la euforia de su novio, se bebió toda la cerveza y buscó un paquete de galletas en la guantera, no tuvo suerte y en su lugar cogió otra cerveza. Abrió la ventanilla y miró el entorno, iban muy rápido y se había levantado algo de niebla. El conjunto le daba un ambiente pintoresco a la carretera. No le importó demasiado... se desabrochó el cinturón de seguridad y sacó medio cuerpo por la ventana, con su cerveza en la mano y una sonrisa de oreja a oreja, entonces cerró los ojos, sentía el aire contra su cara, era una sensación agradable. En ese momento se sintió libre y... feliz. Abrió los ojos nuevamente y entonces... gritó, gritó y no fue un grito de alegría, sino de terror. Fue seguido de un frenazo tardío y el fuerte estruendo de un impacto.
Todo ocurrió a cámara lenta, una figura que surgió como de la nada y se plantó en medio de la carretera. Chocaron contra la figura oscura, corpulenta... Hanna salió despedida por la ventana, cayó al lado derecho de la figura y quedó allí inmóvil. Louis chocó contra el volante, abriéndose una herida en la cabeza y en los brazos. La escena se llenó de sangre y cristales rotos.
La figura resultó ser un hombre, corpulento, vestido de negro que con una fuerza sobrehumana había detenido el coche con una sola mano. Tras el impacto, el coche quedó medio destrozado y el hombre, intacto.
Louis abrió los ojos, con un fuerte dolor y un sabor a sangre en la boca, su propia sangre, estaba herido. Y entonces vio como aquel hombre se dirigía a Hanna, despacio, sin prisa. La cual yacía, muy quieta, sobre el pavimento. Un escalofrío recorrió su cuerpo, se quitó el cinturón como pudo, abrió la puerta, salió del coche, tropezó y cayó.
El hombre se aproximó a la joven, se agachó a su lado y tomó su pulso. Era débil, apenas se notaba. La chica sangraba mucho, por la boca y por la nariz. Vaciló unos instantes preguntándose si debía salvarla o no, puesto que él no era como los demás hombres, podía hacer algo por ella... Se inclinó sobre ella, y mordió su cuello, empleando esos colmillos afilados que poseía... Succionó. El sabor de la sangre fresca lo excitaba...
El hombre de negro se abalanzó sobre Hanna, ante la atónita mirada de Louis.
-¿¡Pero que coño estás haciendo!?- Le gritó Louis, mientras sacaba una pistola del bolsillo derecho, apuntó al hombre con manos temblorosas y le disparó: una, dos, tres y cuatro veces. El hombre emitió un gruñido, se giró, se incorporó y le plantó cara.
-¡No te acerques! ¿Qué... eres tú?, ¿¡qué le has hecho a Hanna!?- Gritó Louis, con una mezcla de horror y rabia. Volvió a disparar, pero el hombre, o lo que fuera aquel ser, a penas se inmutaba ante sus disparos.
Con una voz seca e inexpresiva, el hombre dijo:
-No puedes hacerme daño.-Volvió la vista al coche y continuó.-Siento lo de tu coche, si fueseis más despacio...
-¡Pero te atropellé, deberías estar muerto! O Dios, esto no puede estar pasando... ¿Qué le hiciste a Hanna?, ¿está...? ¿Está...?- No se atrevía a terminar la pregunta.
El hombre de negro bajó la mirada:
-Ya no está viva, su corazón a dejado de latir...
Entonces Louis comenzó a llorar:
-¡¡Nooooo!!, ¡¡no puede ser... tú la has... matado!!- Apuntó a la cabeza del hombre y sin vacilar, disparó.
-Lo siento, esto no tenía por qué haber ocurrido... Pero no me dejas elección...- Dijo el hombre, la bala penetró en su frente y un reguero de sangre salió de ella. El hombre alzó su brazo derecho y una descarga de rayos salió de su mano, impactando en Louis, que salió despedido y quedó inconsciente en la cuneta de la carretera.
El hombre recogió a Hanna y se la llevó en brazos.
Arianne26 de septiembre de 2008

5 Comentarios

  • Arianne

    Este relato es el pr?logo de una historia que escrib? aproximadamente hace un a?o.. La idea surgi? una noche, despu?s de un sue?o que tuve... Y ?ste fu? el resultado.
    Mi forma de relatar, puede gustar o no... Que no soy escritora, s?lo estudiante... Como mucho aficionada...
    En cualquier caso, gracias por dedicar a mi primer relato cinco minutos de vuestra vida...
    Que tiene continuaci?n, por cierto...

    un saludo

    26/09/08 04:09

  • Dama

    Pues ya me tienes esperadno la segunda parte ..me has dejado imtrigada .

    Me gust?, he visto la escena mientras iba leyendo, eso quiere decir en mi opini?n que lo has escrito bien .
    Un saludo

    26/09/08 04:09

  • Kedth

    Pues cr?eme, yo he le?do la continuaci?n y no hace m?s que ponerse interesante...

    A ver cuando contin?as con las aventuras de Louis y Hanna pq ya se echan de menos ni?a!!

    Salu2

    26/09/08 04:09

  • Arianne

    Gracias a los dos.
    A dama decirle que me alegro de haber conseguido dejarla intrigada. Eso era m?s o menos lo que trataba transmitir al que lo leyese. Que tuviese ganas de seguirlo leyendo. Si os agrada como escribo, ir? publicando m?s cosas poco a poco.
    A ked que actualmente hace que no escribo, pero cuando me sienta inspirada y animada para ello, retomar? alguno de mis relatos, promesa.
    A ver si ahora que comienzan las clases...
    Un saludo

    26/09/08 07:09

  • Purple

    aaa avle.. y el chaval k le pasa? se keda solo ? jooo pobre.. bueno toy esperando la 3 parte? vueno como se vea,,, chao

    27/09/08 03:09

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