En este otoño donde lo marchito queda atrás, pasto de los gusanos pero a la vez fuente de vida de lo que vendrá, saludo este poema tuyo, esperando que las profecías nos sean propicias y no nos hagan tiritar, querido amigo.
Un enorme abrazo.
10/11/11 12:11
Las profecías siempre son propicias si uno tiene el valor de leerlas... ver de donde venimos es garantía de saber hacia donde vamos, pero nunca es fácil observar a nuestros propios gusanos.
Gracias por tus palabras Dánae.
Te dejo un abrazo amiga.
10/11/11 11:11
Las hojas tiritan les pondremos sabanitas de seda jajjja es por quitarle hierro hermoso poema.
Besos
01/12/11 03:12
Jeje las pobres hojas ya no pueden abrigar a este arbol reseco. Gracias Libelle.
Un beso.
01/12/11 03:12