Siempre está rojo al atardecer,
rojo y moribundo
como lo estoy yo sin tí.
Bajo los titilantes rayos del frio vespertino,
visualizo tu presencia,
para hablarte,
y decirte pequeñas cosas,
secretos diminutos que solo tu puedes entender.
Bajo los rayos de un amor languido en la presencia,
incorruptible en el recuerdo,
te visualizo,
te imagino,
te quiero...
Es tierno y sublime.
*
Te quedar?a con m?s emoci?n si le quitaras los dos ?ltimos versos.
Siempre desde mi punto de vista.
No quisiera molestarte.
S? decirte lo que opino sin herirte y con la confianza y la honradez de una verdadera amiga.
Un abrazo.
Tu poema me consuela.