Tus labios eran tan blandos
y cálidos aquel día,
tan suaves y ligeros,
que aún me parece estar besándote.
Tus manos eran tan tiernas y delicadas
y tus abrazos tan extensos
que aun me imagino
rodeado por tus brazos.
Tu mirada era tan frágil e inocente
que sigo hipnotizado,
y busco en el aire
las huellas de tus ojos,
y busco en la brisa
los rastros de tus besos.
Tu sonrisa era tan cristalina
aquella tarde, que aún presiento
la rúbrica transparente
de tus gestos
en este día de ausencias.
Artalia impregnada de nostalgia quedo al leerte
Me encanto
Un gusto que hayas publicado
Saludos