Cuando el tiempo en su discurrir me ciegue los sentidos,
y en mis ojos ya no entre la luz,
ni mi boca pueda articular palabras.
Cuando los recuerdos se hallan gastado todos.
Aún después te recordaré a tí.
Cuando mis piernas cansadas de sujetarme,
descansen inmóviles sobre una silla,
y sobre mi cabeza apenas unos pocos cabellos
blancos me recuerden lo que fuí.
Cuando eso suceda, aun despues te recordaré a tí.
Recordaré, aquellos ojos tan expresivos y dulces,
tus sonrisas,
los besos tiernos.
¡Si! Aún después me acordaré de ti.
Cuando los recuerdos de una vida se hallan gastado,
cuando yo los halla tirado por los acantilados del olvido,
me acordaré de tí. De lo único que ha merecido la pena en la vida.