El deporte es vida. Tanto en uno como en la otra está presente el sufrimiento y el éxito. El deporte es una gran oportunidad de aprender a vivir, desde pequeñ@, con numerosas lecciones: Aunque una cuesta sea muy dura, llegaremos arriba, con esfuerzo y a nuestro ritmo, pero acabamos llegando arriba. Si en el camino nos encontramos obstáculos, tendremos que ir más despacio y pensando cada uno de nuestros pasos. Y si nos caemos, el deporte nos enseña que tenemos que levantarnos, curarnos, aprender del error que hemos cometido y seguir.
En el deporte aprendes a ganar y aprendes a perder. Y consigas una u otra, justo después se te presenta otra oportunidad para luchar.
El deporte nos enseña a respetar a aquell@s que se enfrentan a nosotr@s e incluso nos enseña a querer a l@s que están a nuestro lado. Y nos da la oportunidad de combatir las desigualdades: de género, raza, edad o simplemente por ser diferente. El deporte es un gran arma para luchar contra la discriminación.
El deporte nos enseña que el éxito conseguido tras el esfuerzo personal y colectivo es más placentero que el que llega sin más. ¿Acaso no se disfruta más una victoria tras meses de entreno? ¿O irte a vivir a la ciudad que quieres por haber trabajado para ello?. Cuando consigues cumplir un objetivo y te paras a mirar todo lo que has hecho para conseguirlo, te sientes llen@, satisfech@ y orgullos@. Y lo mejor del deporte es que siempre te da la opción de llegar a nuevas metas, más altas y que te llevan de nuevo a padecer de sufrimiento placentero: aquel en el que piernas, cabeza, pecho y hasta alma duelen, pero a la vez te hacen sentir el placer de que estás progresando.
En verdad existen millones de motivos para hacer deporte: por salud, porque quiero llevar una vida sana y llegar a los 80 años pudiendo salir a hacer 70 km en bicicleta un domingo; buscar la victoria, trabajar para conseguir superar a l@s rivales que tengo en frente y saborear el gusto de ganar; pasar el tiempo, porque creo que es mejor que estar tirad@ en el sofá; por hacer amistades, porque compartir alegrías y tristezas une mucho y son amig@s que estarán a tu lado en ambas situaciones; como vía de escape, porque en los estudios no estoy a gusto y necesito un lugar donde olvidarme de eso y liberar mi mente y mi cuerpo; por simple postureo, para que me den más likes en Instagram... Todos ellos son motivos válidos, y todos ellos nos empujan a tod@s a practicar un deporte.
Pero para mí hay un motivo que está por encima de todos: el deporte, a través de sus valores y enseñanzas, te convierte en mejor persona. A mí el deporte me ha convertido en la persona que soy y le estoy muy agradecido, por las cosas que me ha enseñado y las que aún le queda por enseñarme.
Deporte es vida.

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1 Comentarios

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  Remi

  Ayyy... emocionada con tu texto, para mi el ejercicio ha marcado un antes y un después en mi vida, es una de mis grandes pasiones, en mi mente consigo paz y relajación y mi cuerpo salud. Me ha enseñado que puedo,con trabajo y esfuerzo lo que me proponga, aplicado también al día día. Soy más feliz desde que hago ejercicio, siempre lo estoy recomendando, soy muy pesada, un saludo Asiergs.
  

  21/09/17 06:09