Ella con su voz débil e irreconocible, me dijo –Cerra el ojo primitivo que me mira. Me quede helado a su lado.-Las tijeras, usa las tijeras para cortar mi frente marchita. Me apoye en el barandal de seguridad de la cama y me puse a llorar. ¿Por qué, porqué?. Me conforté, al menos la demencia tiene poesía. Repetía y ocultaba mi cara para que ella no viera. Dos días después estaba hundiendo mi mano enguantada en látex en la mierda y en la sangre. Sudaba a mares del calor. Poniendo y sacando la chata, protegiendo con pañales a quien me ponía pañales a mí, cuando daba mis primeros pasos como hijo del mundo. Ahí me dije la enfermedad es despótica, triste y huele a mierda y muerte, como la familia y el amor filial. Como el ojo primitivo que nos mira y marchita la frente.

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8 Comentarios

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  Nigth14

  ?cida...amo la acidez de tus letras!!!
  
  siempre te lo he dejado en claro...ten?a tiempo sin pasar por la p?gina y bueno, me he llevado una grata sorpresa con tu texto.
  
  saludos!!!

  18/04/09 12:04

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  Ateo

  gracias amigo. lo aprecio.

  18/04/09 12:04

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  Adriel

  Todo es c?clico, como la redondez del ojo primitivo; el hijo se vuelve padre y el padre vuelve a ser hijo... pero esta vez de su propio hijo.
  Un abrazo!

  18/04/09 01:04

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  Ateo

  buena esa reflexion adriel. abrazo

  18/04/09 01:04

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  Alumine74

  Una ley de correspondencia de cuidados a mi modo de ver.
  Ayer por ti, hoy por mi.
  Saludos Ateo :)

  18/04/09 02:04

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  Ateo

  si por un lado. por otro que impotencia la enfermedad del otro. que espejo que nos devuelve una imagen de la que huimos

  18/04/09 03:04

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  Mejorana

  Estoy con Adriel. Un beso.
  

  18/04/09 04:04

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  Ada

  Impotencia que de no ser, se volveria indiferencia...a mi modo de ver la ultima seria mucho mas triste, asi q huele Ateo, huele que esta bueno ser sensible!!!
  
  besos!!!

  18/04/09 06:04