Y aunque no tenga sentido, odio el momento el cual me dijo un hola. El momento en el que me comenzó a hablar. Si ese momento no hubiese existido, quizá nada de esto existiría. Al principio fue el, luego fui yo. Yo no sentía nada, apenas lo había mirado. Yo no sentía nada, ni lo quería sentir. Pero poco a poco, todo fue surgiendo. Desgraciadamente. Me quería, le quería. Por unos días estuve feliz. Pero, abre los ojos. No está. Está lejos.. Él ya los ha abierto, pero tu sigues ciega. No quieres ver la realidad. No quieres saber que él no está. Tu sigues ahí, y ¿el?. Si, es cierto, te dice que sigue, pero ¿enserio lo crees? Enserio crees que va a seguir ahi despues de 3 meses... No, no está.. Por dios, date cuenta..
Y.. ¿estará? Seguramente si.. seguramente esté. Y ese será el momento de volver a cegarte. Y centrarte en él. Porque ahí, si vale la pena. Mientras tanto, vive, no te rayes. Deja de pensar cosas imposibles, y piensa cosas realistas. No te engañes.