Caro:
Siento la fuerza de ese encuentro intimo por aquellas calles empolvadas.
"Luna que te apagas.
Cómplice,
de la lujuria desnuda
que baila y seduce
al invidente tacto de la brisa".
Esos 60 han sido muy intensos disueltos en copas de alcohol y besos.
Un gusto extremo leerte.
Sergio, amigo,
he querido intentar algo diferente. En ésta oportunidad solo me dejé llevar por la música... .
Me alegra tanto que mi "pseudo relato" haya provocado tantas emociones extremas.
En ese caso, volveré alguna vez a hacer sufrir otro poco a la literatura... .
Gracias, (ya te lo he dicho, me encanta encontrarte por mi cielo).
Abrazos poeta!
Caro
Gastón,
siempre me haces reir con tus comentarios algo provocativos... .
Ni hablo de los besos a mejor estilo "Pringas", esos ya son imposibles de igualar... .
En cuanto a tus palabras..., me conoces tan bien que creo que ya sabes que no puedo evitar sonreirme.
Gracias amigo mio, (no se me ocurre ningún beso original) pero espero que baste con un simple:
te quiero mucho.
Vincent,
siempre agradezco doblemente a todas aquellas personas que se acercan por primera vez a mis letras.
Por eso hoy, muchas, muchas gracias por dejar tu huella.
Es un placer tenerte por aquí.
Mi Mejo,
Dios me trajo al mundo por varias razones, de lo que dudo es que sea para escribir... . Pero sabes? Una cosa es segura, me ha traído para cruzar mi camino con personas como tu. Tan solo por esa razón, jamás podría reprocharle su decisión.
Las fiebres del amor recordadas en el tiempo, pasión de encuentros silenciosos, a la luz de una lámpara que alumbra desde la mesilla, inundando de nostalgia nuestro pensamiento.
Locura de pasión cómplice de besos de alcohol que recorre las noches empolvadas del tiempo hasta arribar a los 60. Ni tan lejos, ni tan cerca. En su punto justo, los 60, una década prodigiosa.
Y en un viejo cuarto de hotel, la culminación...
Quizás aún exista en el recuerdo y el corazón de alguien, con sus paredes empapeladas y su viejo transistor. El que emitía esta canción.
Lo retro hecho hermoso poema, Caro.
Nunca me dejas de sorprender. Aunque pensándolo bien, es normal viniendo de ti.... vuelas bella y libre por el cielo y desde allí todo se observa.
Un beso entre luces de neón, querida amiga.
Te quiero, corazón.
Locura de pasión cómplice de besos de alcohol que recorre las noches empolvadas del tiempo hasta arribar a los 60. Ni tan lejos, ni tan cerca. En su punto justo, los 60, una década prodigiosa.
Y en un viejo cuarto de hotel, la culminación...
Quizás aún exista en el recuerdo y el corazón de alguien, con sus paredes empapeladas y su viejo transistor. El que emitía esta canción.
Lo retro hecho hermoso poema, Caro.
Nunca me dejas de sorprender. Aunque pensándolo bien, es normal viniendo de ti.... vuelas bella y libre por el cielo y desde allí todo se observa.
Un beso entre luces de neón, querida amiga.
Te quiero, corazón.