Negro de Palenque
(primer pueblo libre de
América),
tú llevas el ritmo
por tu sangre ardiente.
Por tus venas corren
años de opresión,
siglos de angustia,
descendiente del primer hombre.
A ti, hombre de color.
¡Homenaje a la justicia!
Tus manos son ramas de olivo
que acarician fuertemente
los templados cueros del
cónico tambor.
Se levanta tu euforia,
gozas por tus hermanos,
sufres por tus hermanos.
Tu piel, tez de resistencia,
sumerge nuestros ojos en
lagos de paz.
Tú eres icono de lucha,
tú, hombre de color.
¡Homenaje a la justicia!
Oda al que peleó por
tres mil años,
loa al descalzo,
hijo de la naturaleza.
¡Quisiera ser negro
para comprender la esencia
de la vida:
conexión cielo y tierra!
