Devuelvo las verdades absolutas;
renuncio a la certeza, a la materia,
abrazo la ignorancia y la miseria,
prefiero incertidumbres impolutas.
Me niego a dirimir estas disputas,
la paz...
¡No!, estructuras no,
¡palabras sueltas!
Muerte, libertad...
Siluetas.
Oh, Diógenes,
Rex Canem,
terciopelo.
Eterno transcurrir en mi memoria,
¡oh! Nada que nadeas en la histeria,
me voy a recorrer sendas enjutas;
Mi Venus, ¿no me ves? ¡Me soñarás!
Extraño, Diosa, tus ríos viscosos;
yo sé que algún día lo entenderás.
(Formas, lunas, instintos insidiosos)
Luz, alba, negro Sol, puerta de atrás;
Y un sinfín de finales espumosos.