A los que se han ido
para no volver
les llevo en el recuerdo
y en el corazón.
A ellos les veo cada
noche y cada día
cuando su ausencia
rasca en mi alma
gritos de agonía.
A ellos les cuento
todo aquello que
en mi bulle y
me atormenta.
Lo que pugna por salirme
al paso para
alejar la paz de
mi alma.
A ellos les pido
en mis sueños
que me guarden
y protejan, que
iluminen mi vida,
que me traigan
el sol, el aire,
la brisa y la
esperanza.
A los que se
ido, les pido
que me dejen
un trocito de
paz y una
pizca de calma
Efectivamente, Nikdaniels, lo mejor de todo es que nos quedamos con su amor y eso hace que no se hayan ido del todo. Cuando se recuerda a alguien, permanece vivo, al menos en el corazón de quien le recuerda. Un abrazo