Cuando las canas
se adueñen de tu
sien y la mía, y a
cubrirlas no alcancen
ni los milagros
de Santa Lucia...
Cuando el paso cansado
nos lleve por senderos perdidos
y los dos de la mano
nos acompañemos
al declinar el día...
Cuando el velo
de los años pueble
nuestras pupilas
y ya no veamos claro
como pasa la vida...
Acuérdate de una niña
azul que tras el cristal
cada tarde te sonreía;
del olor de vainilla y canela
como pasaba rondando
desde mi océano a tu
mar bravío;
y como en las noches en vela
mis pies pequeños te
buscaban, descalzos,
para que con tu roce
aquietases el alma mía
Beth...Bonitos versos, retratando ese etapa tan propia, y pues claro que sí esos recuerdos deben estar siempre con esos aromas a vainilla para aquietar esa Alma cansada.
Bonito.
Saludos.
Nuuu si yo iba a pie, pero el tipo se pasó un semáforo... lo de las canas ni te apures, que una cabellera argentada puede ser tan bella como la de una rubia o una trigueña...
Bueno, pues como peatón ten cuidado. La verdad, de momento no son muchas las canas, solo en las sienes como en el tango, y tengo mis recursos, como todas las mujeres,para que no se noten