Apenas te has ido, amor mío
y la risa hace la maleta,
la tristeza se cuela por la ventana,
intentado que con ella viaje
más allá del Olvido.
Pero yo me niego a que entre,
cierro todas las puertas y
me pongo una coraza tejida
de sueños con puntadas de plata,
para hacerme sorda a sus ruegos,
para no volverme una triste
muñeca de hojalata.
Me quedo abrazada a tu ausencia,
con tus besos abriendo caminos
desconocidos y tu esencia mojando
mi piel y horadando en mis entrañas,
hasta que poco a poco te siento de nuevo,
te haces otra vez presente
y entonces la risa vuelve a
brotar en mi pecho.
Y ya me seco las lágrimas,
me quito el vestido de invierno
y vuelvo a ponerme un traje
hecho de plata y fuego,
cosido con hilos de esperanza
y teñido con brotes de romero.
Y me siento en la ventana
mirando hacia el horizonte,
desgranando entre mis labios
uno a uno tus besos,
emborrachándome de tus ojos,
para que todo sea más liviano
mientras, como siempre, te espero.
Coincido con Pol en que el poema es una hermosura. Pero creo que en realidad, no son hermosos los poemas sino lo poetas que les dan vida, pues en esos bellos paisajes siempre deambula el alma del poeta.
Yo quiero pensar, mi Pol, que el bien siempre acaba triunfando. Sabes? Te contaré un secreto: ayer me han dicho algo muy hermoso. " eres mi paracetamol". Bueno, igual yo soy la única que aprecia la belleza de la frase. Un beso mi ángel de la guarda.
BETH
El horizonte narrativo de este poema, tan existencial, tan vivo, es una delicia, al desplegarlo con tanta belleza. No solo me ha gustado, me ha iluminado un poco el lunes.
Un beso
Carlos
Y yo me alegro mucho si ha servido para iluminar tu día. Sólo por eso también el mío es más claro, aunque en mi brumoso noroeste, una vez más...no luce el sol. Un beso Carlos
Amita, haces muy bien al cerrarle las puertas a la tristeza. Tienes que mirarla detrás de tu ventana solamente y decirle que puede rondar pero no entrar.
Se te ve hermosa con ese traje de plata y fuego.