Cuando el corazón
no palpita de amor
al oír tu voz
a lo lejos;
cuando el alma
se aquieta
en tu ausencia,
como barco que
en aguas mansas navega;
cuando no hay nada
que mueva a la lucha,
a la risa,
al ardor y al deseo;
entonces, es que
todo está acabado.
Es que ya no queda
en mi ni el
más leve anhelo
Esa es la ausencia del deseo, Beth. Y llegado el desamor, es lo deseable, cierto.
En pocas palabras has plasmado esa ausencia de sentimiento, sin que nada sobre ni falte.
Muy bien por ti, corazón.
Almas que se desprenden dejando sin color ni olor, al final es bueno dar oportunidad a saber si realmente no estamos callando al amor.
Tienes una manera tan nítida y sencilla para expresar sentimientos!
Un abrazo fuerte,