He oído al perro
de nuevo ladrando
a la luna.
He visto las ramas de
los árboles que se
mueven al viento
y me traen aromas
de esa lejana laguna.
He sentido en mi
rostro el frío aire
de la noche;
me ha tocado el miedo
con sus dedos fríos,
con su aliento
de hielo me ha
acariciado el terror, de nuevo.
¿Dónde estabas tú, entonces,
que no sentía tu mano
acariciando mi pelo?
No quiero esta noche
despertarme sola,
lanzando mi dolor
al viento.
No quiero enfrentarme
a la noche sin que tus
brazos me rodeen
y me queme tu aliento
excelente! me gusta.. me transporto. jeje